Entrega de muestras

2008-10-08

Supongo que no me pasa a mi solo....o eso espero. Resulta que existen situaciones embarazosas a priori. Momentos que ocurren todos los días, que todo el mundo quiere darles un trato de normalidad, pero realmente se sabe que es embarazoso. Todos lo saben.

Uno de esos momentos es cuando tienes que hacer unos análisis, y tienes que llevar tu muestra de orina, heces, mocos, esperma, esputos, o lo que sea... cada cual más asqueroso. Es todo un procedimiento truculento desde el principio.

En primer lugar, en cuanto te lo dicen, te entregan un frasquito sin mirarte a la cara, para suavizar el golpe. Pero tú ya estás haciendo cuentas y mediciones mentales de como te las vas a ingeniar con el puñetero frasquito.

A la hora de rellenar, tienes que estar en ayunas, no puedes tomarte unas galletas ni un Cola Cao para relajarte. NO. Te levantas de la cama y al toro.

No quiero entrar en los problemas de pelear con el chorrito, si el vaso pierde porque lo llevabas en la chaqueta en la cual te sentaste, o si entras con unas ganas que te mueres y te encuentras cara a cara con ese vasito plástico. Es una situación de histeria contenida en la que no me quiero regodear.

Lo curioso es cuando llevas el cuerpo del delito, envuelto de mil maneras, comprobando cada dos por tres que no pierda ni que nadie descubra lo que llevas. Ese día suele ser el que más tienes que esperar en la sala del mismo nombre. Y eso si no tienes que ir preguntando:

- Mira, ¿para entregar unas muestras? - a un hombretón con bata blanca..
- ¿Muestras de qué? - disimulando el hombre, aunque descojonándose por dentro.

Entonces, como cordero degollado, casi con lagrimillas, y como no puedes pronunciar la palabra prohibida (ORINA o MOCOS o peor aún, MIERDA!), te sacas del bolsillo más oculto tu muestra, que es al final una parte de ti, aunque no sea la mejor.

En cuanto, se la entregas a la enfermera, es como si se abriera el cielo dando paso al firmamento, el poder de Greyskull vuelve a ti como un rayo, y piensas: AHORA SACADME LA SANGRE, SABANDIJAS DE LOS COJ...

Ay, cuánta tele...dios mío...................................cuánta tele.