El segundo puesto

2008-03-15




....mientras corría, pude ver que mi contrincante directo me estaba igualando y comenzaba a superarme. Apreté mis puños y gané un poco de velocidad, pero acudió a mí un pensamiento filosófico. ¿Qué mejor que el segundo puesto para demostrarme a mi mismo que supero a todo el mundo pero rechazo el dudoso honor de aplastar a mis rivales? No quiero conformarme con un primer puesto, quiero ser el Señor que otorga, y digo, otorga ni más ni menos que una victoria a un pequeño personajillo para que, gracias a mi generosidad grandiosa, disfrute de la pequeña gloria.




Bajé mi ritmo, y empecé a quedar rezagado. Hasta el punto de que dos más me habían atrapado ya. Mis ideas fluían por mi cabeza más rápido que mis propias piernas. Pensé....grandiosa generosidad.....grandiosa generosidad....no sé......acaso son estos dos hombres que se esfuerzan, luchan e intentan lo imposible, a pesar de lo feos que son, por no hablar del olor "fuerte" que despiden, acaso son menos merecedores de mi lástima? Pasad hijos míos, pasad.




El tema es que uno tras otro fui demostrando mi cualidad redentora y de salvación de estos pobres mortales. Cuando me di cuenta, había terminado la carrera. Mi posición, penúltimo. El último, un delgado chaval con una visera con la inscripción "Ferretería Carmiña", que se había caído varias veces y le sangraba la nariz, por lo que llevaba la cabeza girada hacia atrás y le hacía volver al suelo ayudado de sus desatadas zapatillas J'Hayber. No pude hacer otra cosa que acercarme a él y acariciarle su pelo encrespado, y decirle: no pasa nada chaval, otra vez será. En ese justo momento noté un enorme golpe seco en la parte de atrás de mi cabeza, que me hizo cerrar los ojos y caer de bruces en el suelo. Era mi entrenador, con una mala hostia clara a tenor de sus venas hinchadas, sus ojos desorbitados y el rojo encarnado de su cara.




Yo me quedé sentado con cara de tonto en el suelo junto al último en llegar. Los dos sangrábamos ya por la nariz. Quise pensar, filosofar, pero......... no se me ocurría nada. Este cerebro desaparece cuando lo necesito. Mierda.


4 respuestas inútiles:

Charlie dijo...

No podemos tener compasión, dicen que los triunfadores deben llegar siempre primeros y el segundo puesto es una derrota... Otros que participar es lo mas importante... Esos suelen ser los que van detras de los segundos.. Lo importante aqui es ganar, ganar y ganar, la compasión para los cobardes, la empatía para los débiles, la derrota para los inñutiles. La vida es dura y solo se acuerda de los ganadores, aunque sean unos cabrones... Perdón aún se acuerdan más de los cabrones... Nos queda el consuelo de saber que alguien siempre nos recordará, tu mujer, la familia algún amigo, pero quienes son ellos? NO SON NADIE!!! El olvido y las cenizas es lo que nos queda... REST IN PEACE

Fran Olveira dijo...

La compasion es para los cobardes?? Entonces soy un gran cobarde, me río de las competiciones absurdas tomandome un gran cerveza como buen cobarde. Si me divierto intento competir, pero si pierdo, no pasa nada, a veces tambien me divierte. Los cobardes es lo que tenemos....

Alex G. dijo...

A los que no somos nunca los primeros en nada, nos queda el consuelo de alcanzar siempre la meta.Cumplimos nuestro objetivo y disfrutamos de la soledad del corredor de fondo.

Porque no todo lo que hacemos ha de ser para los demas.
Fran carallo onde te metiches esta semana santa!!!

Fran Olveira dijo...

La semana santa......eh..... arrepintiéndome de mis pecados en mi pueblo natal, como buen cristiano. Así deberíais hacerlo vosotros, chacales del mismo diablo, que vagais sin alma en busca de placebos demoníacos (mientras limpio mi bilis de los labios)....

El poder de Cristo te obliga!!!