Olaya, la zíngara de Malpica

2009-01-28


....en ese momento, Olaya peinaba su fulgurante cabello negro y rizado, mientras pasaba su dedo sobre su suave bigote. Buscaba entre las olas un brillo que le descubriera alguna faneca, alguna lura o algún pulpo más o menos repugnante.

Sus botas verdes de goma no llegaban a cubrir sus pelillos de las piernas, que se erizaban con el frío y la tensión de la postura fetal que mantenía, escudriñando las aguas semisentada en una de los escalones del muelle. En esos escalones se misturaban aromas de algas y chapapote, junto con los orines marineros que solían apaciguar así las ganas provocadas por el chapoteo contínuo en los bajos de la chalana.

Olaya estaba ensimismada busca que te busca en las ondas verdecentes, los rayos transparentes del nuestro ronco son. "Arrecarallo..." - pensaba para sus adentros. En la zona de Malpica se suele acompañar las palabras malsonantes con el prefijo arre-, más fino por decirlo así. Así, las finas señoras hablan de arrecarallo, arrediós o arremecajindiola, entre otras.

Tanto miraba la susodicha que no reparó en la llegada de una chalana por estribor. Se produjo una pequeña ola que tiró, no de sopetón, sino poco a poco, de manera humillante a la última zíngara de Malpica. La cosa, hay que reconocerlo, era para reírse y así de hecho lo hicieron los marineros todos.

A Olaya le corría una lágrima por su cara, mientras tragaba agua salada con tropezones de extraños plásticos profilácticos. ¿Por qué es así de injusta la vida? No lo sé.

ROBOCOP V

2009-01-12


Me he enterado que se acaba de terminar la nueva película de la saga Robocop. No quisiera desvelaros nada del argumento, pero.....ah migo..... lo voy a hacer!!

En esta entrega, unos inventores se hacen con la patente. Son jóvenes fumadores de chocolate y amantes del cosmos, las brañas y todo los que lo envuelve. Lo que intentan es hacer lo más humano posible a Robocop. Y gran parte de la película se dedica a todas las pruebas para lograrlo.

Para resumir, deciros que Robocop tendrá perilla y que llorará una y otra vez. Aunque consiguen que tenga sentimientos (quizá demasiados) el resultado no es del todo satisfactorio, y el problema surge cuando se dan cuenta que es alégico a los ácaros. A pesar de ponerse flusflús para la nariz y tomarse caramelos de eucalipto, su alergia desemboca en un mar de tensiones familiares y eróticas escenas con pañuelos y mocos.

Termina la película abrazado a su creador fumándose ambos un porro, para lo que el robot no estba diseñado. Robocop se muere mientras llora mirando el ocaso en el horizonte. Su frase: "muero, sí, pero con orgullo....".

Recomiendo que la veáis...