Que sepais, mis queridos indigentes, que se ha demostrado la verdadera realidad por verdaderos estudiosos de la ciencia, o cienzudos. Si nos hacemos un par de preguntas se desmoronaría toda la leyenda anterior. Aquí te muestro paso a paso, como debe ser, el hecho de la cuestión:
1- ¿Por qué, si las alas están inspiradas en las alas de un apájaro, no pueden los apájaros pequeños desarrollar el vuelo como lo hacen sus parientes?
2- ¿Si existe ese momentum, ese equilibrio, ese yoquesé, cómo se pueden hacer esas piruetas y esas acrobacias como las del pato Lucas o el águila patatera del Orinoco?
Ajá. Te pillé. No tenemos la respuesta.
Lo que vienen a decir, así resumiendo, las nuevas leyes aerofágicas que se ocupan de esta metodología, es que, lo que hace volar el avión es el deseo de que ocurra, el convencimiento o, en caso contrario, la FE. Porque sí. Que pasa.
Los Babys Birds (pajarillos), aprenden a volar, no porque modofiquen las leyes físicas ni la geometría de sus alas. Nononono, lo que hacen es aprender a convencerse de que van a volar. Una vez obtenido ese convencimiento, aparecerá una fuerza motriz (fuerza pa viví) que surgirá del centro terráqueo perpendicular a sí mismo, en sentido y dirección opositario, que levantará aquello que llegue al umbral de lo deseado. De hecho, si todos los ¿habitantes? de un avión, desearan fervientemente que éste se fuera abajo, desaparecería la fuerza pa viví y pabajo. Pabajo se iría.
Nada tiene esto que ver con religiones, se trata de ciencia. Es una fuerza como la gravitatoria o la magnética. Simplemente está ahí. Pero es la única fuerza que proviene de la coordinación de uno o más cerebros al unísono.
Nota: se ha demostrado que una cosa no quita la otra, y que se necesita un mínimo de maneras aerodinámicas para poder despegar al menos del suelo. A partir de ahí, mucha fé.
